feminismo necesario como el aire
Esto iba a ser un comentario de experiencia personal escrito bajo un texto a colación del último feminicidio que han sacado los medios (sin contar los igualmente escandalosos que han pasado más desapercibidos por [tristemente] normalizados y poco mediáticos), pero el texto ha ido creciendo hasta que me he dicho: "transfórmalo en un post". Lo digo por si a trozos no está muy bien cohesionado
(para que nadie malentienda) he utilizado a veces el femenino genérico
En la calle y donde sea toda mujer y hombre debe tomar acción cuando vea un acoso para que no se permita; cuesta hacerlo en el momento aparte de decirlo pero yo en una ocasión hace tiempo ya empecé a por lo menos indignarme y vigilar y no mirar para otro lado (ocurrió que oí que un hombre decía algo a una chica pero como muy entre dientes y muy para sí mismo y nada más); cualquier cosa que se haga es de ayuda y si todas hiciéramos por lo menos eso al ver algo parecido (y gente más valiente que yo algo más, sin que haya necesidad de pasarse), cosas más molestas y preocupantes que lo que vi sucederían mucho menos.
Como por ejemplo aquella vez que yendo por la calle con un colega, oímos frases y gritos malsonantes desde el otro lado de la vía del tren procedentes de una panda de... humanos gilipollas. Como era de noche yo me asusté. No recuerdo cuántos eran ni qué dijeron, pero me sentí amenazado como no me había sentido desde los 15 años, cuando me atracaron alguna vez por la calle. Pues cuál sería la sorpresa de mi colega y mía al girarnos y ver que aquellas palabras bravuconas iban en realidad dirigidas a una chica rubia que iba detrás de nosotros (iba a decir "una rubia" y lo digo para que sepáis que por muy feminista que quiera ser uno siempre tiene pensamientos objetificadores bajo el subsuelo por defecto, como lo normal, sin que esté siendo un juego BDSM consensuado y consentido). Al verla le dijimos que aquellos eran unos imbéciles y que qué asco de gente y de mundo. No recuerdo qué nos contestó pero fue algo entre "gracias" y "estoy acostumbrada". Lo cuento sobre todo porque, aparte de ser una experiencia personal, confieso que en los segundos previos a entender que los gritos iban dirigidos a ella pasé miedo. ¡Cómo debía estar ella las veces que le hubiera sucedido! Independientemente de explicaciones psicológicas a nuestra reacción, la respuesta correcta habría sido dirigirse a la pandilla aquella y dedicarles un sonoro y merecidísimo "idos a tomar por culo".
Hace falta mucha más educación sobre machismo y violencia de género y crear y encontrar y tejer y ofrecer redes de apoyo si hay relaciones abusivas. Y si una ve maltrato en una pareja entonces la ética dicta que hay que meterse en medio. En situaciones de injusticia semejante no se puede tolerar que una persona viva por ejemplo una dictadura en casa.
Ahora va y sale gente que aboga por derogar las pocas leyes de mierdecilla que asisten (malamente) a las mujeres, como si no bastara el hecho de que las atiendan mal cuando denuncian, si es que se atreven a dar el paso; gente que prefiere defender la lógica del uno y medio que no ha desayunado esta mañana contra la lógica de las miles que llevan meses sin comer.
No voy a pedir perdón porque además de no haber hecho nada chungo estoy en una época de mejora de autoestima y me lo he prohibido a mí mismo, pero sí que voy a decir, yo que pertenezco a él, que sí, que al género masculino, tanto en general a pequeñas dosis como en algunos casos muy particulares a dosis enormes, hay que tenerlo controlado. Preferentemente es el mismo género masculino quien debe controlar al género masculino, pero no está nada de más que también lo haga el femenino; y aún más preferentemente controlado por el mismo miembro del género masculino que podría cometer los abusos. Estoy hablando de un par de cosas que se llaman ética y valores absolutos como la "igualdad", el "bien", la "justicia", la "libertad", sin mencionar una cosa que se llama "empatía" y que por sí sola ya resolvería el noventa y tantos por ciento de los problemas de los seres vivos.
Claro que también habría que funcionar mejor como sociedad. Una mejor educación y también investigación harían milagros si la pasta no escapara entre tanta corruptela y tontería navideña y blackfraidiana (por ejemplo), porque tengo entendido (de una charla divulgativa sobre el cerebro a la que asistí) que una parte X de las fuerzas biológicas psicológicas internas que hacen que algunos hombres cometan abusos no reside únicamente en la educación paleolítica que deben de haber recibido y en el hecho de que tengan la ética de un jaguar y la empatía de un ladrillo, sino también en desajustes hormonales congénitos que deberían ser investigados mucho más a saco. Hablo del mismo cóctel hormonal innato que determina por ejemplo la orientación sexual. A eso súmale la empatía de un botijo y ¡sorpresa! Welcome to reality. No hace falta que inventemos distopías en ficción, la mujer ya está viviendo una.
Y ya sé que muchos casos de maltrato son complicados porque hay sentimientos de por medio, pero yo soy de los primeros que abogo por la oposición rebelde ante la violencia verbal o física. Si tuviera novia (que, entre otras cosas, tendría que ir muchas veces sola por la calle) o conociera a alguna mujer que sufriera maltrato, propondría sin dudar el jarabe de "contéstale" o "un buen puñetazo en toda la cara". Que igual no es la solución determinante en todos los casos pero por algo hay que empezar.
Denunciar insultos a feministas, denunciar la homofobia, jugar a ser machista, ponérselo y jugar a ser lo que pone en las chapas, ponérselo a amigos, ponérselo a amigas (con quienes tengas confianza y hablando en plan de broma, no vaya que alguien me diga...), normalizar estos calificativos como cosas buenas y deseables... este collar es un juguete polivalente
Hace falta mucha más educación en la relación de hombres y mujeres (y de paso educación de géneros y orientaciones romanticosexuales, todo ello debería estar en los colegios e institutos) porque en los acercamientos a mujeres muchos en alguna ocasión nos hemos pasado de la raya, a veces sin saberlo, o la hemos liado porque nadie nos ha dicho nunca que según qué cosas no se dicen o no se hacen.
Pero el peligro no es sólo ese. El peligro es sobre todo aquellos otros a los que, después de habérselo dicho, siguen a su bola.
Y otra cosa que siempre digo: la gente que primero mata a su mujer y luego se suicida... ¿por qué no hacen al revés? Si les va a dar lo mismo, ¿no? Al menos que no pringuen a otra persona con ellos.