En la línea de lo de ayer, pero un poco más calmadas...
Después de que hace tiempo se dijera que era abuso y no violación, después de que uno de los jueces pidiera absolución y ahora encima esto de la libertad provisional, pues eso, que nos hemos calentado.
Imágenes de la mani feminista cedidas por un colega y colaborador ocasional de la revista.
Aprovechamos para matizar, completar y comentar ciertas cosas de la ida de olla que fue el número de ayer (como si el resto no lo fueran) y que se dijeron rápido y mal. Al decir que somos machistas, por ejemplo, nos referíamos a que ya es hora de admitir que todas lo somos, seamos quien seamos y seamos como seamos. Hasta la más ferviente defensora del feminismo guarda algo de machismo en lo más arrinconado de la trastienda de su subconsciente, en lo más hondo y oscuro de su iceberg mental; quizá sin ni siquiera saberlo o habiendo olvidado que ahí está. Pero eh, no es de extrañar viviendo como se vive en esta mierda de mundo machista.
Que por mucho que te deconstruyas, algo de eso te queda. Y el primer paso para atajar un problema es reconocerlo. Hablamos sobre todo de la gente del "yo no soy machista, pero...".
Que por mucho que te deconstruyas, algo de eso te queda. Y el primer paso para atajar un problema es reconocerlo. Hablamos sobre todo de la gente del "yo no soy machista, pero...".
Y ahí está la cosa: deconstruirlo, cuestionarlo, preguntarse el por qué de lo que hacemos, decimos y pensamos. Porque racismo, machismo, homofobia, etcétera, son cosas en las que a veces no se hace nada machista físicamente, pero sí se dicen cosas machistas; o no se dicen, pero se piensan; o no se piensan, pero se permiten. De ahí que seamos tan tiquismiquis: de una cosa a la otra sólo hay un paso. Y tú, amigue míe, ¿qué sentide estés dispueste a recorrere, eh? Muy biene.
Las autoras, redactoras, directivas, gerentes, jerifaltes, empleadas, técnicas de mantenimiento y chiques de la limpieza de El Tiquismiquis han ido luchando desde hace años por ser cada vez más feministas; pero sólo desde hace meses se han dado cuenta de que tal vez no sea tanto eso como conseguir que la gente (y ellos mismos) sean menos machistas.
Y el primer paso es reconocerlo.
Ave.
♀♀
Lo de salida del armario.... cómo decirlo para que se entienda... no es que seamos homosexuales, sino que luchamos por conseguir ser un poco más nosotras mismas todos los días. Siendo nosotras mismas sin censuras, a veces llevándolo al extremo y para ver qué pasa al hacerlo.
Puedo prometer y prometo que en lo sucesivo dejaremos de dar la chapa metafóricamente (pero no lo cumpliré).
La daremos en literal (es que no la queremos). Dice la leyenda que va de mano en mano dando la suficiente poca gracia como para no quererla pero la suficiente penita y molonidad como para no querer tirarla... un drama, un dilema. En fin, problemas del tercer mundo.
La chapa maldita que nadie quiere (nos tocó gratis no sé dónde y la tenemos desde entonces...)
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